martes, 8 de octubre de 2013

El porqué de un nombre


En muchas ocasiones me han preguntado por qué mi blog se llama Juguetes del viento, aunque también hay quien al oír tal título  ha elaborado su propia teoría.  Por ejemplo, en una ocasión alguien dio por hecho que se trataba de un blog relacionado con las cometas. Y otra persona me preguntó si tenía algo que ver con alguna ONG que recogiera juguetes para niños desfavorecidos.
Dos teorías muy hermosas, sin duda,  pero nada acertadas.

Lo normal es que aquellos que tienen noticia de este blog muestren cierta sorpresa y un poco de desconcierto al no acertar a imaginar, a partir del nombre,  de qué puede tratar.
También es cierto que suelen decirme que es un nombre muy bonito pero, como se verá más adelante, el mérito no es mío en absoluto.

Cuando me preguntan por qué ese título, por qué Juguetes del viento, suelo decir, por abreviar, que ese nombre se refiere a las palabras. Y si quien me pregunta es  tan amable de mostrar más interés, entonces explico que se refiere a las palabras  porque cuando decimos algo las lanzamos al aire y yo me imagino que por ahí se quedan, revoloteando, a merced del viento.

Sin embargo, el origen de este título es algo más complejo y como incluso personas muy cercanas a mí siguen preguntándome por esta cuestión, he pensado que no estaría de más que lo explicara en una entrada.
Resulta que este nombre tiene su origen en mi infancia, cuando no existían los blogs.
Yo escuchaba a mi padre con frecuencia citar unos versos que decían:
Hojas del árbol caídas
  juguetes del viento son…

y me imaginaba las hojas secas en el suelo y luego levantadas en un remolino por el viento que se las llevaba para entretenerse.
Por otro lado, un día escuché a alguien, quizá un familiar de visita, o quizá un vecino, decir aquello de “las palabras se las lleva el viento”. Y en mi mente infantil se asociaron de inmediato las hojas y las palabras, creando la idea de que el viento jugaba con las palabras igual que con las hojas caídas del árbol.
Ahí estaba ya la razón de que el blog se llame así.

Como curiosidad añadiré que al mismo tiempo y yo no sé por qué razón, al oír eso de que las palabras se las lleva el viento, también se formó en mi imaginación una estampa muy clara: un cuenco lleno de palabras en el alféizar de la ventana, y una ráfaga de viento que soplaba y las hacía salir volando...


Pero, ¿de dónde procedían esos versos que mi padre recitaba y que dieron origen a todo esto que estamos contando?
Pues no lo supe hasta años después.  
En la adolescencia me aficioné a las poesías de Espronceda, que, junto con Becquer, Poe y algunos más, respondían divinamente a mi gusto por las historias misteriosas, el romanticismo de espectros y tinieblas y los héroes que sufrían por amores desdichados. Y así,  cuando un día leí  su poema narrativo El estudiante de Salamanca, me encontré -oh, sorpresa-  con aquellos versos:
Hojas del árbol caídas
juguetes del viento son.
Las ilusiones perdidas
¡ay! son hojas desprendidas
del árbol del corazón.


Muchos años después, concretamente en 2008, cuando me envalentoné y me lancé a crear este modesto blog, no me hizo falta pensar mucho para darle un nombre, porque aquella idea y aquella imagen de las palabras que el viento se llevaba para jugar nunca se había ido de mi memoria.
Así de  persistentes y poderosos son los recuerdos y las experiencias de la infancia.

16 comentarios:

Marisa Entre mil letras dijo...

Una historia muy bonita. Y después de conocerla, un excelente nombre para tu blog. Abrazos.

loquemeahorro dijo...

Yo me imaginaba que eran las palabras, pero así, sin más.

La explicación muy bonita, no me la imaginaba.

Y sí, el Romanticismo es "lo más" cuando eres adolescente. A mí me encantaba Becquer (ahora ya no, la verdad)

Qué bonito dibujo te ha hecho el Diablo ¿eh?

Sara dijo...

¡Me ha encantado todo, todito! La historia del nombre del blog, el dibujito de JuanRa diablo, los versos de El estudiante de Salamanca... ¡¡¡Precioso!!!

Millones de besos.

Juan M de los Santos dijo...

Yo siempre supe o intuí que esos juguetes eran palabras. Ya no sé si porque en su día hablamos de ello o porque yo también he sido muy consciente, desde siempre, de aquello de que las palabras se las lleva el viento. Pero la historia, así explicada, es muy bella, aporta coloridos matices y nos ayuda a comprender mejor el fabuloso funcionamiento de la mente, los recuerdos, la creación literaria, etc... Pero hay una segunda lectura. Mejor que el viento, tú también juegas con las palabras, y, como con aquellas atractivas piezas de los antiguos juegos infantiles, construyes verdaderas "arquitecturas" literarias que leemos con fruición los que pasamos asiduamente por este blog. Ah, por cierto, coincido con los demás comentaristas en los elogios al ilustrativo dibujo de Juan Ra...
Hasta Pronto.

MJ dijo...

¡Qué bonito, Ángeles! :-) Todo lo que cuentas es precioso, muy emotivo, fruto de una persona sensible, con una imaginación maravillosa y poética. Gracias por compartir estos recuerdos, estas reflexiones con nosotros.

... Y el dibujo de JuanRa, estupendo.

JuanRa Diablo dijo...

El hecho de que el nombre de tu blog tenga una conexión tan directa con tu niñez, hace que este lugar de encuentro, tan especial ya para mí, sea más entrañable a mis ojos.

Me quedo la mar de contento viendo ahí ese dibujo, que nunca pensé que terminaría apareciendo por aquí, pero ahora veo que nació para acompañar este texto tan bonito.

Y ahora ya sabemos lo que significa ese título, pero ¿sabes tú lo que significan para nosotros tu sensibilidad y tu elegancia transmitiendo imágenes e ideas con esos tus juguetes del viento? Yo creo que ni lo imaginas :)

Me quedo pensando en hojas al viento, en palabras volando... y en ráfagas de felicidad.

Un abrazo grande, Ángeles

PD. Ah, y muchas gracias a los lectores por esos cumplidos! :)

Ángeles dijo...

Muchas gracias, Marisa, me alegro de que te lo parezca :-)


Es cierto, Loque, el romanticismo es muy de adolescencia, seguramente por eso a mí me sigue gustando, je-je.

El dibujo que me ha hecho el señor Diablo es una delicia, sí.


Sara, a mí me encanta tu efusividad y tu entusiasmo.
¡¡¡Muchas gracias!!! :-)


Juan M, muchas gracias por lo que respecta a esta entrada y por todo lo que siempre sabes encontrar por aquí y que yo misma no veo.
Muchas gracias, heartly.


Para bonito, MJ, tu comentario :-) 
Muchas gracias por tus cariñosas palabras, guapa, de todo corazón.


JuanRa, lo mejor de esta entrada es tu dibujo y los comentarios que me estais dejando; y hacer este blog fue la mejor idea que he tenido en mi vida, por todo lo que me depara.

Yo sí que me quedo contenta y feliz y emocionada con lo que me dices. Y muy orgullosa, para qué voy a disimular.

Gracias por todo.

Mae Wom dijo...

Yo la primera vez que entré no vi la relación directa pero luego al leer las entradas sí caí en lo de que "las palabras se las lleva el viento".
Es bonito recuperar algo que te ha acompañado naturalmente durante tu vida y hacer de ello un distintivo, darle un uso, que aunque no le hace falta a la cosa en sí, es como si nos dieran un cálido abrazo al llegar a casa. ;)

Mae Wom dijo...

Por cierto, el "ilustrador del infierno" le ha puesto color a tus palabras ;). Bonita colaboración. :)

Ángeles dijo...


Gracias , Mae Wom. Me ha gustado eso del cálido abrazo :-) Es una forma muy bonita de ver el asunto.

Y sí, el "ilustrador del infierno" le ha dado lustre y fuste a la entrada y al blog entero :-)

Un abrazo.

Anónimo dijo...

He clicado en el bonito dibujo de juguetes al viento, intuyendo que se refería a las palabras, pero al leerlas "confidencias" de Ángela, sus palabras me han llegado al corazón. Y yo creo que ahí está la esencia de la literatura, en emocionar, y más aún si transmiten un sentimiento positivo y altruista.

Ángeles dijo...


Gracias, Anónimo conocido, por tu visita y tus amables palabras.
A mí me emocionan comentarios como el tuyo, que dan sentido a este empeño que tenemos algunos de contar historias.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Fui pacato al decir solo bonito dibujo ya que al remirarlo, veo que es inspiradísimo y no le falta detalle.Es un simpático diablillo. Perfecta combinación de la imagen y la palabra. Ánimo para los dos.

Ángeles dijo...

Gracias de nuevo, Anónimo , eres muy atento.

Saludos.

Anónimo dijo...

Qué interesante. De verdad que me ha gustado mucho cómo se mezclaron varias ideas en tu cerebro para al final bautizar así el blog.
Y mira, también me ha satisfecho mucho que te acordaras del pobre Espronceda que parece que nadie se acuerda de él y que se ha quedado ahí trasnochado (Yo me acuerdo de él a menudo porque siendo estudiante me dio por aprenderme voluntariamente La Canción del Pirata y a menudo, para comprobar cómo ando de memoria y porque me lo pide el cuerpo, me recito unas estrofas. De hecho, esta misma mañana, mientras caminaba al trabajo, lo he venido haciendo por el camino. Palabra de honor que es verdad. Y lo mismo hago con Las golondrinas y El Arpa de Bécquer.
Oye, rarezas que tiene uno.

Ah, y que Juan Ra es también un verdadero artista del dibujo. Porque este es precioso y te ha sacado muy guapa y muy salada.

carlos

Ángeles dijo...

Gracias, Carlos, me alegro mucho de que te haya gustado la historia y de que te acuerdes de Espronceda y Bécquer.

Tu forma de ejercitar la memoria, por cierto, y de entretenerte de camino al trabajo me parecen excelentes. Quizá sean rarezas, como dices, pero rarezas de muy buen gusto y mucho provecho.
Yo también me aprendí en su momento La canción del pirata y me la he recitado cientos de veces. Me crees ¿verdad? :)

Y en cuanto al dibujo de JuanRa, pues sí, es lo más gracioso y lo más bonito que se ha visto en mucho tiempo :)