Recuerdo
que cuando era pequeña, encontrarme con
palabras que no conocía me desconcertaba y me fascinaba.
Me
desconcertaba porque cada palabra nueva me demostraba que el mundo, tanto el
físico como el mental, era inabarcable.
Y me
fascinaba porque iba comprendiendo, de
manera intuitiva y difusa, que, al mismo tiempo, cada palabra que aprendía me hacía el mundo más
accesible.
Descubrir
una palabra nueva era descubrir un aspecto nuevo de la realidad, y una forma
más exacta, más precisa, de expresarla.
Y lo
bueno es que me sigue pasando lo mismo. Como para confirmar aquellas primeras ideas indefinidas
sobre la inmensidad de la realidad y la función de las palabras para conocerla
y comprenderla, nunca he dejado de asombrarme con las palabras nuevas que he
ido encontrando.
Horacio Quiroga (1878-1937) |
Y esto es lo que me ha ocurrido hace muy poco con la palabra anagnosia.
La
encontré en “La retórica del cuento” de Horacio Quiroga, donde el maestro habla de “mi elemental
anagnosia del oficio”.
Me pareció que la palabra tenía una connotación negativa,
pero el contexto no me sirvió para confirmar esa impresión. Así que, como
siempre, fui al diccionario de la RAE como primer paso de la indagación.
Pero hete aquí que me encontré con que la palabra anagnosia no viene recogida . Empezaba mal la pesquisa.
Pero hete aquí que me encontré con que la palabra anagnosia no viene recogida . Empezaba mal la pesquisa.
Pero eso no me arredró, más bien lo contrario, de manera
que me puse a buscarla por otros rumbos y derroteros.
Y como me parecía una palabra de origen griego, busqué en
el diccionario pertinente. ¿Y qué me
encontré? Pues que como significado de anagnosia figuraba… anagnosia. Así
también hago yo un diccionario, oiga.
Después probé a poner la palabra directamente en Google, y
aparecieron como resultado varios diccionarios portugueses. En ellos leí que
anagnosia proviene del griego anágnosis, que significa
“reconocimiento” y “lectura”, y que el término se utiliza para referirse a la
lectura e interpretación excesiva -demasiado imaginativa- de un texto.
Interesante, pero obviamente esta definición no encajaba en el texto de Horacio Quiroga.
También me daba Google la referencia a un libro argentino
del siglo XIX, titulado Anagnosia:
verdadero método para enseñar y aprender á leer con facilidad, inspirando al
niño a la lectura y amor á la virtud y al trabajo.
Precioso,
sin duda. Pero tampoco encajaba con la anagnosia de Quiroga.
Con
estos resultados, seguí mi búsqueda más
intrigada aún de lo que estaba al principio, y entonces
pensé que quizá anagnosia fuera la palabra agnosia acompañada del prefijo negativo an-. Así que lo
primero era comprobar si existía agnosia. Y ahora sí; agnosia
aparece en el diccionario. Su origen está en el término griego agnōsía, que significa “desconocimiento”, y se define como:
"Alteración de la percepción que incapacita a alguien para reconocer personas, objetos o sensaciones que antes le eran
familiares."
Esta definición tampoco me servía para entender la frase de Quiroga, pero la etimología de la palabra sí me daba una pista útil: si originalmente agnosia significa “desconocimiento”, la
forma negativa an-agnosia debía de ser “conocimiento”, lo cual sí resultaba coherente en el texto de don Horacio.
Intentando
aclararme entre agnosias, anagnosias, desconocimiento e interpretaciones
imaginativas, conceptos con lo que, por
cierto, me iba identificando cada vez más, encontré, por los mundos
anglosajones, una definición similar de agnosia y la etimología de la
palabra, que está formada por el prefijo a- (“sin”) y la palabra gnōsis
(“conocimiento”). De aquí deriva también, dicho sea de paso, el término “agnóstico”, que hace referencia justamente a
la imposibilidad de saber.
La cosa se volvía cada vez más rara, porque, visto lo
anterior, resulta que anagnosia es una palabra que contiene dos prefijos negativos, an- y a-, para adquirir un significado
positivo, con lo que su sentido estricto viene a ser sin
desconocimiento.
Sin duda ya, la frase “mi elemental anagnosia del
oficio” significaba “mi elemental conocimiento del oficio”.
Pero me quedaba un misterio por resolver, a saber, ¿por
qué las primeras referencias a anagnosia que encontré tenían que ver con la interpretación de los textos?
Insistiendo un poco más en mis indagaciones di por fin con
un diccionario griego-inglés que con toda la sencillez del mundo me indicó que
la palabra anagnosia significa las dos cosas: “lectura” y “conocimiento”.
Y es que, al fin y al cabo, ¿qué es la lectura sino conocimiento?
Así que quizá el primer diccionario griego que consulté no era tan simple como me pareció, porque ahora sé que puedo decir con toda lógica y coherencia que gracias a la anagnosia aumenté mi anagnosia.